Un detalle que hemos ocultado hasta ahora es que el núcleo de Linux considera que prácticamente todo es un fichero. En esta categoría se incluyen los directorios y los dispositivos: se trata simplemente de tipos de ficheros especiales.
Como quizá recuerde, el primer carácter del resultado de ejecutar ls -l representa el tipo de fichero. Para un fichero ordinario, será simplemente -. Entre las restantes posibilidades podemos contar: